8 de noviembre de 2012

Mitos en torno de la actividad física








Hacer actividad física resulta caro.  Equipos, ropas, zapatos especiales o pagar por estar en instalaciones deportiva son algunos elementos que la gente dice que no tenerlos puede dificultar  el hacer actividad física. El ejercicio se puede realizar en cualquier sitio y no requiere de un equipo.
Hacer mercado, salir de compras, hacer el jardín y lavar el carro son actividades físicas complementarias, lo mismo que subir escaleras en lugar de usar el ascensor. La actividad física gratuita más practicada es caminar, así es que lo demás es pretexto. Existen parques y ciclo-rutas, ideales para caminar, no es imprescindible ir a un gimnasio, piscina o alguna instalación deportiva especial para mantenerse físicamente activo.
La actividad física requiere de mucho tiempo y esto es lo escaso. Con solo invertir 30 minutos diarios a la actividad física de intensidad moderada y por cinco días a la semana se puede mejorar y mantener la salud. No necesariamente se requieren los 30 minutos seguidos, puede hacerse 10 minutos de caminata rápida tres veces al día o 20 minutos por la mañana y 10 por la tarde. Esto puede incluirse en las rutinas diarias como, por ejemplo: en el trabajo, en la escuela, en el hogar o en las actividades lúdicas. Caminar hasta el paradero del bus y bajarse dos cuadras antes de lo usual resultan útiles para hacer ejercicio, al igual que subir escaleras en lugar de tomar el ascensor e irse en bicicleta al trabajo. Todo lo anterior va acumulando actividad física a lo largo del día y pueden formar parte de las actividades diarias.
Los niños son muy inquietos, por eso no es necesario enseñarles actividad física. Los niños en edad escolar deben hacer al menos 60 minutos de actividad física diaria de intensidad moderada o vigorosa para garantizar su desarrollo saludable. Desafortunadamente se está viendo que los jóvenes cada vez más están inactivos, sobre todo en las zonas urbanas más pobres.
Ahora los niños dedican mucho tiempo a los videojuegos, al internet y dejaron de lado los deportes y las bicicletas. Además en los colegios también se está reduciendo la actividad física. Es importante resaltar que los hábitos saludables y de actividad física adquiridos y aprendidos en la infancia y adolescencia tienen más probabilidades de mantenerse a lo largo de toda la vida. Por ese motivo, la mejora de la actividad física en los jóvenes es imprescindible para la salud futura en todo el mundo.
La actividad física es solo para los jóvenes. Se ha demostrado que la actividad física mejora el estado funcional y la calidad de vida de los adultos mayores. A ellos se les recomienda al menos 30 minutos diarios de actividad física de intensidad moderada por lo menos cinco días a la semana.
La actividad física regular puede ayudar a llevar muchas enfermedades no trasmisibles frecuentes en los adultos mayores, tales son las cardiovasculares, artrosis, osteoporosis e hipertensión, así como también les previene las caídas. También mejora la salud mental y la función cognitiva de los adultos mayores y contribuye al tratamiento de enfermedades como la depresión y la ansiedad. Igualmente los ayuda a socializar.
La actividad desde jóvenes contribuye a prevenir muchas enfermedades y ayudar a aliviar la discapacidad y el dolor que producen las alteraciones mencionadas anteriormente. La actividad física es benéfica incluso cuando su práctica regular se inicia a edades tardías.

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